¿Qué haríamos si nos regalaran un trozo de tela por nuestro cumpleaños? Esto es lo que Tristán le entrega a su amigo Marcel el día de su cumple, algo que no era precisamente lo que él esperaba...
Es un cuento muy bonito sobre la amistad con el que se fomenta la creatividad e imaginación en los niños a través de un objeto tan simple como una tela pero, no por ello, deja de ofrecer infinidad de posibilidades de juegos.
A veces se nos olvida la sencillez de la vida y las posibilidades que ésta nos ofrece y, desgraciadamente, caemos en la compra masiva de juguetes caros ya reglados que no dan lugar a la improvisación.
A raíz de este cuento, en mi cole se puso a disposición de los niños (los de 5 años) un baúl con telas para poder jugar libremente en la hora del patio ya que se observaba que no tenían muchos recursos. El resultado fue muy bueno, se observaba cómo los niños las cogían y disfrutaban jugando con ellas. Empezaron a aparecer super héroes con sus capas voladoras, fantasmas...o simplemente las utilizaban para tumbarse, hacerse vestidos o tocados en la cabeza, jugar con la pelota...
Se trata de un cuento que me gusta mucho contar en el aula y siempre lo hago acompañado de una tela. Cuando se acaba, jugamos todos juntos e imaginamos qué usos le podemos dar.
¡Imaginación al poder!
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