Quería compartir este magnífico libro que me recomendó Rocío, una mamá de una antigua alumna y que me ha resultado una auténtica maravilla.A pesar de la complejidad que pueda entramar el cerebro, el autor explica de forma muy fácil para el lector el funcionamiento del mismo para poder entender mejor en cada situación el comportamiento de los niños.
Es un libro muy práctico ya que ofrece ejemplos claros aportando herramientas y distintas soluciones a aquellas situaciones cotidianas más complicadas que surgen con los niños. De esta manera hace comprender mejor las actitudes de éstos, al mismo tiempo que, ayuda a mejorar las relaciones entre padres-hij@s.
Lo recomiendo a todos aquellos profesionales que trabajan con niños (profesores, psicólogos...) pero, sobre todo, no puede faltar entre las lecturas de los padres; creo que es un libro fundamental que ayuda a entender de forma muy clara las conductas de los niños, al igual que a los adultos a ser más conscientes de muchas situaciones que se nos escapan de la lógica y que a veces hacen perder los nervios y la paciencia. Situaciones que, en muchos casos, se deben a una saturación emocional del niño porque su cerebro no puede gestionar todo lo que está sintiendo y caemos en el error de intentar solucionarlo razonando con ellos. Precisamente, en medio de ese desborde emocional que todos experimentamos algunas veces (niños y adultos) no es fácil aprender lecciones usando las palabras, la lógica... siendo lo más adecuado ponerse en el lugar del otro, dándole la importancia que se merece sin desvalorizarlo y entregar simplemente una muestra de cariño, un abrazo que le haga sentirse querido y comprendido.
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