martes, 15 de febrero de 2022

Un poco de mal humor

¿Cuántas veces de una discusión hemos hecho una montaña de un pequeño grano de arena?

De eso trata precisamente este cuento tan emotivo con un toque gracioso y divertido que os quiero recomendar y que es ideal para trabajar el valor de la amistad y la resolución pacífica de conflictos. 

Todos sabemos que, puntos de vista así como opiniones y problemas hay muchos y diferentes pero... lo importante es saber buscar la solución cuando surgen.  

Eso es lo que les pasa a los protagonistas del cuento, Pit y Pat, dos amigos inseparables que se adoran hasta que llega un momento en el que se enfadan y todo parece cambiar.  
En ese enfado comprueban que les empieza a separar una gran madeja que ya no les permite verse físicamente, una madeja de color negra y muy enredada de mal humor.

¿Cómo deshacerla?
Cada uno tirará de un extremo pero... no será fácil, necesitarán tiempo y paciencia hasta que logren dar con la solución. 

Un cuento para reflexionar, que como sabéis, siempre creo que no sólo son una buena herramienta para los peques (con los valores que transmite) sino también para los adultos.
Y es que a veces...¿ cuánto tiempo perdemos en distanciarnos emocionalmente y físicamente de las personas por no hablar y solucionar un problema?

A través de este cuento, nos damos cuenta de ser más conscientes (aunque lo sepamos, a veces se nos olvida y no está de más recordarlo) y de que es mejor dejar de lado nuestras diferencias y no perder el tiempo separados de la gente que más queremos. 

Al terminar de contárselo a mis peques, hemos hablado de esos Pit y Pat con los que se han sentido claramente identificados al escuchar la historia así como de esos enfados que, inevitablemente y como es lógico, a veces surgen con los mejores amigos. 

Estoy muy orgullosa porque van entendiendo que tanto ellos, como nosotros los adultos, podemos tener diferencias y eso no es malo, lo importante es respetarse y en caso de enfadarse, perdonarse (siempre y cuando se haya ofendido) y buscar una solución.

Es fundamental entender que el rencor no lleva a nada positivo, es un sentimiento que no nos hace sentir bien con nosotros mismos.  
Sin embargo, el enfado es diferente y trato de explicar a los peques que deben permitirse también estar tristes y enfadados con un amigo/a que no nos ha tratado bien. Tristeza y enfado son dos emociones igual de válidas y necesarias que las demás (a pesar de que no sean agradables cuando las sentimos). 

Pero igual de importante es darse tiempo, tiempo en acoger esa emoción y expresarla de la mejor manera posible sin hacer daño a nadie para que no se quede dentro (poco a poco van aprendiendo a gestionarlas mejor). 

Es curioso escucharles cuando se "pelean" y me dicen: 
- Profe, le he pedido perdón pero no quiere hablar conmigo, está enfadado (mostrándose él/ella mismo/a triste con la reacción negativa de su amigo/a). 

Es ese momento cuando les explico que tienen que aprender a aceptar que ese amig@ en ese preciso momento necesita tiempo para que se le pase el enfado, que sería bueno que volviera a intentarlo después de un ratito. 

Es maravilloso como, ayer mismo, un peque vino y me dijo:
- Profe, nos hemos enfadado (un Pit y un Pat 😊 ) 


pero ya hemos hecho las paces y está solucionado. 
(por suerte, a los peques el enfado les dura poco tiempo)

Terminé preguntándoles a todos...
¿Cómo preferís estar con la gente que más queréis...de buen o de mal humor?

La respuesta os la podéis imaginar...😍

¡Espero que este cuento os guste tanto como a mí!

2 comentarios:

  1. Ay esos amigos, me parece genial que aprendan a resolver ellos mismos los conflictos y enseguida estén de buen humor!! Me encanta el post! Gracias Vanesa!

    ResponderEliminar
  2. También tenemos mucho que aprender de ellos :-) Gracias a tí Nadia, me alegro que te guste ;-)

    ResponderEliminar