lunes, 24 de mayo de 2021

Exposiciones orales

Desde los 3 añitos, me gusta ofrecer a los peques momentos en grupo en los cuales sean los verdaderos protagonistas. Uno de ellos, es este: las exposiciones orales. 
Aprovechando cualquier temática o proyecto que estemos trabajando (en este caso estamos inmersos en el proyecto del universo) se les da la oportunidad de exponer delante de sus compañeros pequeños trabajos, preparados previamente con los papis y adaptados obviamente al nivel en el que se encuentran. 
Con esta actividad, persigo favorecer sobre todo el lenguaje oral pero también, que desde pequeñines, se acostumbren a hablar en público y pierdan ese miedo o vergüenza que, en la mayoría de los casos, se experimenta en estas situaciones. 
De esta manera la confianza en uno mismo va aumentando al igual que su autoestima, además ellos se sienten muy especiales por ser los protagonistas ese día y saben que pueden expresar, sin ningún miedo, sus pensamientos o ideas.


Estas actividades las llevamos a cabo todos juntos en la asamblea, un momento de la jornada muy enriquecedor en el cual se comparte, se participa y se pone en común, pero donde a la vez se desarrollan muchas capacidades fundamentales y necesarias para la vida en sociedad. 



  


En estos momentos de gran grupo no solo se trabajan contenidos específicos en relación a un determinado tema (nuevo vocabulario y expresiones) si no que también es un gran espacio socio afectivo en el cual se enriquecen relaciones sociales, se expresan ideas y sentimientos, se desarrolla la habilidad del respeto y  la capacidad de escucha para poder aprender de todos y cada uno de nuestros compañer@s (y sobre todo que hay diferentes puntos de vista sobre las cosas respetando así la diversidad).   
Al final de estas exposiciones, se ofrece la posibilidad de hacer una pequeña ronda de preguntas (utilizando la varita como micrófono😅) por si algo no nos ha quedado claro, eso si, respetando el turno de palabra o por lo menos, lo intentamos jeje. 

                                                            

                      Y si es necesario, pedimos silencio para poder escucharnos bien entre todos. 


El compañer@ encargado de la exposición, trata de responder a las preguntas. En este caso, suceden dos cosas: preguntan sobre aspectos ya explicados, por lo que a veces contestan: ¡eso ya lo he dicho! (dándose cuenta por ellos mismos que a veces no prestamos la atención necesaria). En otros casos, cuando se desconoce la respuesta, contestan simplemente: ¡No lo se, esto no lo he investigado! 😅Es entonces cuando nos ponemos manos a la obra para resolver la duda. 

Una vez finalizada la ronda de preguntas, aplaudimos al compañer@ por su exposición y por el gran esfuerzo realizado👏,  y aquel que quiere, le da su opinión.    

Como véis, es una actividad muy completa que lleva primero un trabajo previo preparando la exposición en casa y una vez en el aula, se debe presentar exponiendo las ideas e intentando que sea de una forma clara para poder llegar a los oyentes. 

 Hablar en público es una habilidad que debemos ayudar a desarrollar en los alumno@s trabajándola en el aula para quitarles ese miedo escénico que, casi con total seguridad, todos hemos tenido alguna vez en nuestra etapa escolar cuando nos han hecho salir a la pizarra a realizar cualquier actividad. 

Si los peques se acostumbran a hacerlo ya con estas edades, ¿cómo serán capaces de hacerlo en un futuro? 

                                                   ¡No tengo duda de que lo harán fenomenal!



       ¡Son unos campeones!

lunes, 17 de mayo de 2021

San Isidro

 La semana pasada, a pesar de no haber podido celebrar la fiesta de San Isidro como habitualmente lo hacemos en el cole, quisimos dedicarlo a hacer unas pequeñas actividades a nivel de aula. 

Lo primero que hicimos fue conocer un poquito más a fondo la fiesta de nuestra ciudad, en la que es tradición ir a la pradera vestidos de chulapos, se baila el chotis y se degustan unas ricas rosquillas.
Primero visualizamos el traje típico, aprendiendo el nombre de cada uno de los elementos. 
Después era el tuno de bailar y para ello (ayudándonos de un video de una pareja de chulapos) nos fijamos muy bien en los pasos a realizar. 
Así, una pareja de peques salió al centro y se colocaron en posición😅

  

Una vez los pasos más o menos claros jeje cada un@ busca a una pareja... 

 


y ¡a bailar!...


 
¡Qué concentración!

Terminado el baile, realizamos un precioso abanico con la mitad de un plato de cartón.
Lo decoramos con flores y claveles (que aprendieron a dibujar) utilizando gomets, que los aprovechamos también para realizar una serie. 

Estos son algunos modelos:


Aquí los tenéis abanicándose todos juntos
¡Qué calor!


Para terminar este día especial, los peques realizaron un dibujo de la fiesta de San Isidro.

Estos son algunos ejemplos:





¡Estos chic@s son unos artistas!😊


viernes, 7 de mayo de 2021

Peticiones

Me gustaría compartir una actividad, sacada del libro  "Construir, jugar y compartir", que me encanta hacer con los peques fundamentalmente porque son este tipos de propuestas (a diferencia de las típicas fichas de repaso de los números) las que fomentan un aprendizaje significativo y con sentido, en las cuales los niños han de buscar diferentes estrategias, entre ellas, usar el número para resolver un problema o reto planteado, y en las que además, se permiten que sean ellos mismos los que comprueban si lo han conseguido o no.

Para esta actividad, que necesita ser observada con detalle por parte del profesor para ver cómo los niños se enfrentan a la actividad propuesta, la llevo a cabo necesariamente en el momento de los rincones (en otra entrada explicaré cómo los organizo en mi aula) ya que me permite hacerla en pequeño grupo con 5/6 niños máximo, dejando el resto de rincones más libres en los cuales los peques pueden ser más autónomos y no necesitan tanto de mi atención o ayuda. 

Pues bien, aprovechando que estamos con el proyecto del universo, utilicé la plantilla de un cohete (proporcionado por una compañera en su blog http://www.aprendiendoeninfantil.com/ que, precisamente, cuenta su experiencia al realizar esta actividad y con la que me he sentido muy identificada). 

La actividad consiste en proporcionarles un modelo de dibujo cuadriculado (yo lo adapto en función del proyecto que estamos investigando) rellenado con gomets para que ellos reproduzacan uno exactamente igual, para lo cual deben pedir por escrito en un mensaje a la profe, los gomets  necesarios para decorarlo. 

En el libro se propone la actividad de forma que los niños deben visualizar previamente el modelo  y posteriormente recordar la posición de cada uno de los gomets (ya que no se les permite tener el modelo delante para ello, si no que se encuentra en la mesa de la profe, lejos del niñ@). 

Obviamente, esta variable influye a la hora de escribir su mensaje y su posterior reproducción. Como también lo son el número de pegatinas utilizadas, la disposición en la cuadrícula y si se les permite el uso o no de tener pinturas de colores.

Comencé realizando las peticiones con mi grupo de 4 años durante el segundo trimestre de este curso escolar (ya que el año pasado fue imposible comenzar debido a las circunstancias que tuvimos) utilizando como modelo de cuadrícula a Elmer, nuestra mascota. De nuevo, en el tercer trimestre he vuelto a proponerles el reto como ya he comentado antes, con un cohete espacial. 

Os voy a contar cómo ha ido la experiencia y las diferencias que han habido entre las dos propuestas. 

Durante esta semana, les he entregado a cada un@ un modelo de cohete diferente y un papel en blanco donde tenían que pedirme por escrito los gomets que necesitaban, utilizando su bandeja de pinturas (les permito usar de colores). 

 

Mi objetivo era que tuvieran que recurrir a la escritura del número ya que es la estrategia más óptima y rápida, pero cualquier estrategia que utilicen para conseguir el reto es igual de válida.

Una vez que han hecho su mensaje por escrito (les dejo claro que no pueden utilizar el lenguaje oral para pedírmelo, sólo me basaré en lo que veo escrito) vienen a mi mesa a por los gomets. 

Estas son las diferentes producciones que han realizado:

1. Al principio utiliza el lenguaje escrito y después un dibujo icónico



   
2. En este caso, utiliza sólo el número como medida de cantidad.


3. Como en el caso anterior, utiliza el número como medida de cantidad pero después recurre al dibujo icónico. 
 

4. Solo recurre al dibujo icónico



5. Utiliza el número como medida de una cantidad pero recurre aún al dibujo icónico.



6. Recurre al lenguaje escrito haciendo una correspondencia con los colores utilizados. 



Como veis, distintas producciones y todas ellas geniales y válidas, cada uno utilizando una serie de estrategias.

En esta ocasión, y dado que están comenzando a hacer este tipo de actividad y no están muy acostumbrados, les doy la posibilidad de hacer más de un viaje (si lo necesitan) para pedir los gomets. 


Yo se los entrego junto con el modelo del cohete vacío para que reproduzcan exactamente igual el modelo de referencia. 

De camino a la mesa, en algunas ocasiones, se les caen los gomets.


Ya en sus mesas, suceden varias cosas: los gomets se mezclan con los de sus compañeros y en algunos casos los pierden, no entienden qué ha pasado porque en su mensaje estaba bien pedido... 
Hasta que lo buscan y lo encuentran en la mesa del amig@.

"He pedido 3 y sólo tengo 2"


Ahora es el momento de reproducir exactamente igual el modelo de la profe y para ganar el reto es necesario que no sobre ni falte ningún gomet y que, por tanto, el modelo sea igual que el de la profe.
Para este momento, la observación juega un papel fundamental. 



Una vez que han terminado de pegar todos los gomets validan por ellos mismos (llevando a cabo una comparación término a término) si han conseguido o no el reto y vienen a mi mesa para enseñármelo. 

Cuando esto ocurre, puede suceder que aún así no se den cuenta de que algunos gomets están mal colocados.


Se da la oportunidad de volver a la mesa y comprobar qué pegatina está mal situada. 

En otros casos, en el primer viaje consiguen ya el reto. 

 


Durante la actividad, es importante observar qué métodos han utilizado para resolver el reto y compruebo que utilizan los dedos para contar y lo hacen correctamente desde el 1 hasta el número 4 (los números trabajados hasta el momento) así como su escritura. En este caso,  saco como conclusión que pocos alumnos han recurrido a utilizar la escritura de los números y aquellos que lo hacen, en algunos casos lo invierten, en concreto el número 3. Aspecto a tener en cuenta para la próxima vez ( introducir más cantidades de 3 gomets) y además, intentar reforzar su escritura en otras actividades para su correcta realización. 


Sin embargo, con respecto a la petición que realicé con ell@s durante el trimestre anterior, el elefante ELMER, la memoria jugó un papel fundamental ya que no les permití tener el modelo delante (como se plantea la actividad en el libro). Sólo podían verlo en mi mesa unos segundos y después ir a la suya a reproducirlo. 

Un modelo de ELMER realizado

Fue un poco frustrante ver cómo no pudieron conseguir el reto, ya que, a la hora de pedir los gomets (utilicé un total de 6, la suma de los números 1, 2 y 3) olvidaron la cantidad concreta de cada uno de ell@s y a la hora de reproducir el modelo no lograron acordarse de la posiciones exactas de todos ellos, poniéndolas, algunas, al azar. 


 


Las estrategias utilizadas, en algunos casos, fueron correctas aunque no consiguieron pedir el número correcto de gomets debido a la falta de memoria. 

Reflexionando después, creo que para ser la primera vez que se propone este tipo de actividades es necesario ir progresivamente aumentando la dificultad. Y dado que, mi objetivo no era en ese momento que recurrieran a la memoria (si lo será más adelante), quise cambiar esta variable para la siguiente propuesta, en la del cohete. Antes, me interesaba comprobar cómo resolvían el reto en su mensaje escrito y si serían capaces de recurrir a la escritura del número.

Sin embargo, en futuras peticiones, iré aumentando la dificultad en función de los objetivos que me plantee en ese momento, cambiando las variables (como por ejemplo, no dejar el modelo delante o no permitirles el uso de colores) y haciendo así que sus estrategias cambien progresivamente. 


Como veis, se trata de una actividad muy completa en la que se trabajan muchos aspectos, además de los matemáticos como el conteo y el razonamiento, también se refuerza la observación, los colores, las formas, la memoria visual y la orientación espacial. Además de todo ello, se les da la posibilidad de autoevaluarse y comprobar por ellos mismo si lo han hecho de forma correcta o no. 

Si no la conocíais, os animo a hacerla (aunque al principio no se vean los resultados, hay que darles tiempo y respetar los ritmos de cada uno) porque a pesar de suponer un gran esfuerzo y trabajo merece mucho la pena ver a los peques cómo razonan y cómo son capaces de resolver los retos que les planteamos, pero de una forma divertida y lúdica que tenga sentido para ell@s. 

¡Espero que os haya gustado!