viernes, 8 de abril de 2022

Actividades "La mochila invisible" : Parte 2

Seguimos sacando mucho provecho del maravilloso cuento "La mochila invisible" y en este caso hemos realizado una nueva actividad que lleva con nosotros todo el segundo trimestre y terminará hasta final de curso. 

En la actividad anterior, primeramente clasificamos en un gran mural palabras (una vez identificadas) positivas (pompas) y negativas (piedras). 

Esta vez, han decorado cada uno de ellos su propia mochila (con su nombre) para así dejarlas todas visibles en una zona de clase. 



Después, les expliqué que en mi mesa dejaría dos cajitas, una con pompas y otra con piedras. 


Cada vez que recibieran una de ellas podrían pegarla en su mochila. 




Después de una piedra lanzada siempre hablamos con los protagonistas del motivo por el cual se ha producido. Se piden perdón e intentamos buscar una solución (otras alternativas sin tener que recurrir a un insulto o palabra fea) en el caso de que se vuelva a producir la próxima vez. 
(siempre lo hacemos con todos juntos, escuchando lo que ha sucedido y si es necesario, ayudando y ofreciendo soluciones).

He querido escribir la palabra o frase positiva y negativa en cada pompa/piedra para poder trabajar sobre ello adecuadamente, son muchas mochilas y a ellos les ayuda a recordar (y a mí también) qué lenguaje utilizan.

Es muy curioso observarles en este proceso y los comentarios que hacen. 
(un ejemplo entre dos compañeras)
-¡ Me han lanzado una pompa!
-¡Qué suerte! la mía pesa un montón, una piedra me han lanzado! 

 

En la mayoría de los casos pasa entre buen@s amigos, un día se quieren y otro se pelean. 
Se lanzan una piedra, después se piden perdón y se lanzan una pompa. 😅


Aquellos niños más vergonzosos y que más les cuesta expresar sus emociones, poco a poco se van animando en decirles palabras bonitas a sus amigos, lo cual hace, que a su vez ellos también les devuelvan otras 😊


Una manera fundamental para ayudar a gestionar bien las emociones en nuestros alumnos es siendo ejemplo nosotros mismos. Los adultos también aprendemos y nos equivocamos y sólo cuando nos permitimos expresar de forma natural y sin vergüenza nuestras emociones y errores (pidiendo perdón) fomentamos en ellos actuar de la misma manera. 
Por ello, también quise participar de esta actividad coloreando mi propia mochila.


En ella he ido pegando las pompas que han ido lanzándome a través de mensajes escritos o palabras.
Aquí os dejo dos pruebas de ello 😍  


Al igual que ellos pegan las pompas que yo les lanzo. 

Os puedo asegurar que es una actividad muy bonita con la que se trabajan muchas cositas importantes y de la que se extrae mucha información de todos y cada uno de ellos. 

Están aprendiendo a comunicar las cosas de una manera más correcta, sin necesidad de hacerse daño con las palabras, son más conscientes del valor que éstas tienen y del peso que provocan en ellos mismos (y en los demás) al recibirlas, intentando comprender lo que el otro puede llegar a sentir y fomentando así la empatía.

Se sienten muy orgullosos cuando reciben palabras bonitas de sus amigos y aunque, obviamente siguen habiendo pequeñas piedras dada la edad que tienen y la impulsividad que les caracteriza,  es importante que desde pequeñitos vayan aprendiendo que los conflictos se pueden solucionar sin tener que recurrir a la utilización de un lenguaje dañino, así evitaremos muchos problemas en el futuro. 

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