jueves, 28 de enero de 2021

¡Pintamos con hielo!

 Hoy os quería contar la experiencia tan fresquita que han tenido mis peques, por primera vez,  pintando con hielo.

Es una actividad novedosa y muy llamativa que me encanta hacer con ell@s pero normalmente suelo realizarla cuando se acerca el final del curso y el tiempo acompaña, ¡así nos refrescamos un poquito las manitas! 

Sin embargo, esta vez ha surgido de forma natural y estas ocasiones son las más enriquecedoras asi que...

¡hay que aprovecharlas! 

En la asamblea, hemos empezado a escribir la palabra del día (la que cada un@ quiera), tarea de la cual se encarga el jefe o la jefa encargado de realizar las rutinas. Poco a poco, se van animando a escribir cada vez más y, si es necesario, con la ayuda de todos lo conseguimos.

Pues bien, el otro día la palabra escogida fue HIELO y aprovechando la situación que habíamos tenido con la nieve, surgieron algunas preguntas en relación al tema. 

A raíz de aquí, entablamos una conversación donde explicaban aquello que creían. Les propuse comprobar nuestras hipótesis para saber si estaban en lo cierto o no. 

En clase siempre tengo cubiteras, les mostré una y le echamos agua. Pasaría una noche en el congelador y al día siguiente la llevaría al cole para ver qué había pasado.


¡Pero lo mejor estaba por llegar...al día siguiente les propuse pintar con el hielo!

Sólo se necesita:

En vez de utilizar témperas, se puede utilizar en su lugar colorante alimenticio y con respecto al papel es aconsejable que sea más o menos grueso (cartulina por ejemplo). 

En la cubitera echamos las témperas mezcladas con un poco de agua y listo!Al congelador!

Al día siguiente ya estaban preparados para comenzar la actividad, fue lo primero por lo que me preguntaron asi que  también fue lo primero que hicimos nada más llegar a cole porque, debido a la temperatura que hacía en clase, se estaba empezando a derretir el hielo, de ahí que apenas se puedan apreciar los cubitos (se desmenuzaban en trocitos más pequeños).

Pusimos papel continuo en el suelo y alrededor de el, por  equipos, les entregué un hielo a cada uno.

Al principio la sensación fue extraña, lo tocaban despacio y con cuidado, mientras comentaban...

-¡Qué frío! ¡Está helado! ¡Ay que se derrite! ¡el hielo ha desaparecido! 

-¡Mira, se han mezclado los colores! 

  


Se trata de una actividad sensorial muy sencilla y original para cualquier nivel en la cual trabajamos el sentido del tacto a través de los conceptos frío y calor de una forma manipulativa  y además dentro de un contexto. Pero no sólo eso,  aprovechamos para reforzar otros contenidos como los colores, experimentando con ellos al realizar mezclas entre ellos y por último, los cambios de estado del agua (de líquido a sólido y viceversa). 

En general, siempre que hay hielo de por miedo el éxito está asegurado y si encima podemos pintar con él...¡la diversión es máxima!

¡Sólo es necesario...remangarse, dejarse llevar, experimentar y sobre todo...disfrutar!😊


¡Esta fue la obra de arte que hicieron con sus manitas!

Si por el contrario, queréis evitar que se ensucien las manos se puede añadir un palo de madera antes de meter al congelador para poder agarrar los cubitos de hielo, pero de esta manera se pierde la oportunidad de experimentar con la sensación del frío (aunque este año han tenido la gran suerte de disfrutar de mucha nieve y mucho fresquito 😅).


Os muestro, por otro lado,  los momentos que experimentaron mi anterior grupo realizando esta misma actividad (aunque en este caso aprovechamos unas cartulinas que traía el método y que me vinieron genial para poder pintar con el hielo). 





¡Una experiencia chulísima que os recomiendo totalmente!

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