Hoy quería compartir con vosotros la motivación que preparé con los peques la semana pasada para dar comienzo al nuevo proyecto sobre la PREHISTORIA.
Al entrar en clase, los peques se encontraron una caja sorpresa que estaba en el suelo 👀
Tenía un destinatario claro que identificaron enseguida.
¡Era para nuestra clase!
Todos estaban expectantes alrededor de la caja...
¿Qué habrá en ella?
Incluso alguno, hasta se desmayó 😅
La caja, traía muchas entre cosas, entre ellas una carta que hemos leído para saber de qué se trataba.
Como no podía ser de otra manera, era nuestra mascota picachu...nos contaba una aventura nueva que había vivido gracias a su super poder que le había echo viajar en la máquina del tiempo retrocediendo miles y miles de años atrás en una época en la que había unas personas que se hacían llamar cavernícolas. De allí, les había traído un montón de cosas que irán conociendo poco a poco.
Necesitaba la ayuda de todos nosotr@s para superar una serie de pruebas y recibir así grandes recompensas asi que nos invitaba a ir con él y vivir esta aventura juntos, cogiendo...
¡¡su gran avión picachu!!
Para poder subir, necesitarían los billetes que se encontraban...
¡dentro de la caja!
¡El viaje comenzaría en ese mismo momento!
¡No lo podíamos creer!
Nos pusimos manos a la obra y empezamos analizando el billete:
Efectivamente el destino que venía escrito era PREHISTORIA y la ciudad de la que saldríamos, la nuestra: MADRID.
(si os interesa y os gusta la idea, la encontré en la página web que sigo de Orientación Andújar, en el siguiente enlace: http://omatic.musicairport.com/ )
Es muy sencillo de generar, simplemente se escriben los datos en el billete, se guarda el documento y...
¡ya está listo para imprimir!
Se trata de un muy buen recurso para motivar a los alumnos de una manera original y divertida😊
Después de analizar el billete, fueron leyendo uno a uno los nombres de cada uno de ellos.... esperando con gran ilusión que dijeran el suyo propio 😂
¡Nadie quería quedarse en tierra!
¡y la alegría fue máxima!
Ahora sí, ya estábamos preparados para comenzar la gran aventura cavernícola.
Nos subimos al avión y nos abrochamos los cinturones.
Muy orgullosos de sus billetes, los debían enseñar a la azafata del avión para comprobar que todos estaban en sus puestos.
La profe, pilota del avión, contaría con la ayuda de una copilota estupenda que sería la encargada de ofrecer el desayuno a todos los pasajeros.
Algunos tenían mucho hambre y estaban deseando comer...
A otros en cambio, no les convenció mucho el menú que se ofrecía 😂
Durante el viaje, hubo algunas turbulencias...
que no llegaron a ser muy importantes, pero sí produjeron pequeños movimientos hacia un lado y otro del avión. Por suerte, no supusieron ningún peligro o miedo, si no todo lo contrario 😅...
¡Os iremos contando todo sobre nuestra nueva aventura!
